jueves, 21 de julio de 2016

Lo barato sale caro

Lo barato sale caro

Los lentes de contacto o pupilentes son dispositivos ópticos que se colocan en el ojo, más específicamente sobre la cornea, motivo por el cual deben ser manipulados y almacenados bajo ciertas condiciones específicas y sobre todo adaptados por licenciados en optometría capacitados en contactología ya que de no ser así hay un alto riesgo de complicaciones como infecciónes severas que podrían llevarnos a la pérdida de la vista.

De hecho, la venta de lentes de contacto se encuentra regulada por la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra los Riesgos Sanitarios), la cual prohibió la venta de estos en puestos ambulantes al estar catalogados en el nivel de riesgo II de 3 niveles de riesgo que existen, lo cual significa un nivel de riesgo considerable, ya que un mal manejo de estos puede derivar en complicaciones muy severas como la pérdida del ojo.

Comúnmente los vendedores ambulantes ponen a la venta lentes de contacto cosméticos que son para cambiar de color los ojos, pero ese pequeño detalle de vanidad podría causar muchos más problemas que beneficios.

Por ejemplo, en estos puestos de la calle no hay las condiciones adecuadas de higiene necesarias para la manipulación de los lentes, las soluciones que ponen a la venta están expuestas a altas temperaturas ambientales lo cual puede causar descomposición de las mismas, por el traslado constante de los lentes no es posible garantizar la esterilidad de los blisters que contienen los lentes de contacto, no se tiene un control real de la fecha de caducidad ya que hay personas que en ocasiones les han vendido en estos lugares lentes caducados ademas de que comúnmente los vendedores indican tiempos de reemplazo diferentes a los que realmente corresponden dependiendo el tipo de lente y el polímero del que están hechos.



Dicho lo anterior, queda claro que es muy peligroso adquirir pupilentes en puestos ambulantes ya que se pueden presentar infecciones bacterianas, virales o micóticas en las estructuras oculares pudiendo llevar a la ceguera. 

En conclusión, considerando todo lo antes mencionado, es recomendable acudir con licenciados en optometría contactólogos titulados, en lugares establecidos que cuentan con las instalaciónes adecuadas, la medidas de higiene acordes y el equipo necesario para realizar una adaptación profesional de sus lentes de contacto y por favor nunca olvide que lo barato sale caro.

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